A Doha y Sheila:
Siempre es agradable acompañar a alguien en sus logros, pero, cuando se trata de tus alumnos, lo es doblemente.
No es la primera vez, y espero que tampoco la última, que me veo en esta maravillosa aventura que me hace sentirme una especie de hada madrina. De todas me siento agradecida y feliz, sin embargo, esta ha sido especial por lo que significa… Algo que vosotras habéis sabido reflejar tan bien.
Recuerdo cuando os animé a participar en el concurso: «¿Qué es un Rey para ti?», allá por noviembre. En un suspiro nos hemos puesto en mayo y vosotras en unas de los 40 finalistas de los casi mil participantes. Esto os debe animar a continuar por esta senda que habéis iniciado con tanto acierto y que nos ha servido para compartir un día maravilloso.
Nunca olvidaré lo que disfruté en el tren observando cómo escuchabais música con vuestros auriculares y, aparentemente, ajenas a lo que os rodeaba; ni el paseo por la Valencia monumental; ni las charlas de Marcia; ni vuestras caras de asombro contemplando los estupendos trabajos de los demás finalistas; ni los nervios en la entrega de premios. Tampoco olvidaré vuestra joven estampa compartiendo secretos.
Seguid unidas y amigas, trabajadoras y lúdicas, sensibles y fuertes, frágiles y determinadas. Solo así podréis emprender el camino de la vida con un triunfo guardado en cada mano.
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